No es porque esté mal escrito, ni porque los personajes sean
inverosímiles, ni por los diálogos de patio de colegio. Ni porque ponga a un
tipo dominante, maltratador y obsesivo como un príncipe azul. Al fin y al cabo
es una novela, y las habrá (supongo) peores. Es porque ese tipo ha encandilado
a miles de mujeres en todo el mundo, diciendo muy poco en favor del género femenino.
Está pésimamente escrita, pero pésima. La base tan
sexista que al igual que Bella (de crepúsculo), Anastasia es un personaje
femenino débil y que se deja manipular completamente a las manos de Grey,
carece de personalidad y hará todo lo que éste le pida. Esto no me parece un
buen ejemplo para nadie, sobre todo teniendo en cuenta que las chicas jóvenes
que leen este libro y que solo desean una relación como la que tienen los
protagonistas. Tan solo leí el primer libro y es suficiente para darme cuenta
que también existen profanos en el mundo de las letras, pero la contradicción
de Anastasia en muchos puntos era inverosímil. No puedes crear un personaje tan
sumiso y dejar que las jóvenes quieran parecerse a ella. ¿Qué estamos creando?
Mujeres potencialmente sumisas al maltrato de género. ¿Qué morbo tiene un
hombre que juega con el poder para hacer sentir a esta pobre chica que no está
a su altura? También habría que citar la situación de Grey que es un joven
guapo y rico (Qué casualidad, ¿hola? ¿Edward?). Eso nos lleva una vez más a la
reflexión sobre las chicas jóvenes y lo que quieren encontrar en una pareja.
Gracias, E. L. James, por crear a niñas estúpidas que lo único que quieran en
estas vidas sea que las empotren contra la pared un joven rico que las
maltrate, muchas gracias.
Lo peor sería escuchar a las niñas que hablan de lo romántica
que es esta novela. Chicas, si quieren leer amor dejan de leer 50 Sombras de
Grey y ese par de revistas TÚ que guardan bajo la cama, pueden asomarse por “el
amor en los tiempos de cólera”, si quieren algo más fuerte y de erotismo está
Marqués de Sade, lean a Austen, a Víctor Hugo, lean a Brontë, por favor, lean
algo que merezca la pena.