lunes, 12 de mayo de 2025

Herida que no cierra

No sé cómo explicarlo… es como si el aire se me escapara del pecho, como si cada latido doliera más que el anterior. Desde que te fuiste, todo en mí se rompió. Me miro al espejo y no reconozco al que está ahí, porque el que era yo se quedó contigo, en algún lugar donde ya no puedo alcanzarlo.

Cada día es un eco de tu ausencia. Cierro los ojos y te veo, pero cuando los abro, el vacío me golpea más fuerte. Es un dolor que no se explica, que no se cura. Es como si mi alma estuviera desangrándose, gota a gota, y no hay manera de parar la herida. Pienso en ti a cada instante, como si recordarte fuera lo único que me mantiene vivo, aunque cada recuerdo me mata un poco más.

No es solo que te extraño… es que sin ti, no sé quién soy. Me siento perdido, atrapado en un loop donde todo me lleva a ti, pero tú ya no estás. Intento seguir, fingir que estoy bien, pero es mentira. Estoy cayendo, lento, en un abismo donde no hay fondo. Y lo peor es saber que no vas a volver, que este amor que aún arde en mí no tiene a dónde ir.

A veces, me pregunto si alguna vez podré olvidarte, pero la sola idea de hacerlo me aterra. Porque olvidarte sería perder lo último que me queda de ti, y aunque duela, prefiero este sufrimiento a no tener nada. Estoy roto, y no sé si algún día encontraré la forma de volver a ser entero. Hasta entonces, sigo aquí, amándote en silencio, muriendo un poco más con cada día que pasa sin ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario