jueves, 9 de agosto de 2012
En la feria del libro
Llegue tipo 13:45 a la mal llamada plaza del estudiante para tomar el bus que me transportara de manera gratuita hacia la feria del libro postrada nuevamente en el COE, el conocido bus amarillo esperaba con un par de jóvenes enamorados esperando sea la hora indicada para partir, supongo que el conductor me reconoció cuando le di el buenas tardes, ya que un día anterior en el mismo lugar pregunte por sus horarios de salida.
El trajín por la ciudad bajando hacia la zona sur me transporto a los recuerdos en susodicha feria, y para que usted lector me entienda, sepa que soy un criticón, y lo digo con toda franqueza y repito con sorna: " soy un criticón de la feria del libro que anualmente visitamos o en agosto o en septiembre" y lo hago en el valor que soy un antiguo visitante, si mi edad me lo hubiese permitido seguramente lo hacia desde antes. Una feria del libro en la Paz significa una feria de vendedores y compradores de libros, significa tener PLACH en el bolsillo, significa que TÚ lector apasionado no podrás pasearte en aquella biblioteca babilonica sin ser asediado por aquellos vendedores que poco o nada les interesa aquel libro pero te lo anuncian con increíble pompa escénica, si eres niño es pecado querer alzar una obra sin que el vendedor destinando a aquel vitral te lo quite y te anuncie su precio, busque a tus padres y les comente las grandes ofertas y los planes de crédito que disponen. ¿Habían escuchado tamaño absurdo? Como diablos te va interesar un plan de crédito o no se que cosas si lo que tu quieres es leer, pero claro en este mundo manejado por los grandes tu debes obedecer, debes bajar la cabeza y a la orden mandada cumplir con la sentencia impuesta. Por suerte yo no olvido como se es de niño.
Desperté del mundo de morfeo cuando el bus ingreso a prevención del COE y apuntó que la puerta llegara cabalmente a la boletería para que así compraras tu boleto de 10 pesitos. Me salí y fui a buscar un quiosco por la calle 15 de Calacoto, quería comprarme masticables de 10 centavos ya que serian lo único que tendría hasta que mi visita acabase y pudiese volver a casa para tomar el tecito sagrado que postergaría y después cansarme con la cena ( que hoy nadie cocinaría).
El primer stand es del banco central y me alegro, ya que por lo general se le da un bochornoso espacio donde poco o nada tienen que ver a lado de libros. ( el dinero y los libros son enemigos naturales ) Unos cuantos stands con pequeñas publicaciones, investigaciones, revistas etc., hasta que llegue al stand de la UMSA me encanto los diferentes textos que ofrecían para que el visitante observase, hojee, lea algo que le interese y no tenga ninguna obligación en comprarlo ya que ninguno de aquellos estaba a la venta, encontré la misma idea de feria del libro en los stands de: la embajada de Venezuela, el centro cultural de España en La Paz, quisiera no haber nombrado a ninguno y decir que toda la feria del libro es donde puedes ir a buscar libros, leer libros y , si te interesa comprarlo, o simplemente quedarte con esa alegría en el corazón de haber leído en alguna pagina de algún libro que ya no recuerdes un trazo de líneas que emanen de alguna pluma mágica y que en instantes quedo grabada en sangre para tu cuerpo el sabor del placer de la lectura.
Como yo soy del que se queda en cada estante ojeando todos los libros, los del stand COMUNIDAD ANDINA me regalaron un texto acerca de las ONGs religiosas en Bolivia, se los agradezco y sepan que cuidare y atesorare ( esta de menos decir que lo Leere y guardare con cariño aquello que pudiera aprender) en mi estante atento a cualquier visitante.
Si me pusiera a hablar de cada stand se aburrirían de verborrea, entonces me dispongo a hablar de aquello que me gusto y empezare con " Librería Baúl del Libro" tienen Gran cantidad de libros ordenados en sus respectivas categorías, van desde Dostoievski a Cerruto, bien por esa librería, es sencilla, son solo estantes no tienen libros gigantes con miles de colores, sin duda se queda como mi favorita en esta versión de la feria.
El grupo editorial " Kipus" presenta variedad de temas contemporáneos en cuento y novela, y es aquí donde encuentro el YO BASURA de Xavier Jordán, autor boliviano que me sorprende con lecturas al mero estilo Nietzsche, este filosofo cínico nos retrata en pequeñas historias y reflexiones acerca de la inercia humana dotada en pequeñas burlas y grandes sarcasmos. Se queda como el primer libro que si pudiese compraría.
En : " latinas editores", " librería Don Bosco", se quedaron donde habían llegado al empezar la feria, es decir cero, tienen buena propuesta, buenos libros, pero son exactamente como lo era el año pasado y el otro año y el otro año, aparte que los ves exactamente igual que en sus tiendas allá en el centro.
Es momento de renegar ( o si lo lees aguantarme la rabieta ) con esas grandes editoriales, grandes empresas, que hacen y traen grandes libros tal es el caso de ( solo nombro algunos, ya que son el 60 % o mas de la feria ) " ARTE Y LITERATURA" stand número 62, HISPANIA, OCEANO, RODEL FAMILIA Y CULTURA, DIFUSORA CULTURAL SAN ANDRES, LEXUS y otros cientos que sus libros engordan los estantes de aquellos que disponer a pagar quinientos, mil, dos mil y hasta tres mil por un libro gigantesco de papel súper brillante traído desde el sol, y que sirven para llenar un estante. Pareciera que la gente que los compra van comprando libros midiendo el ancho de cada uno para así completar el ancho de sus estantes. Están tambien los libros que los han hecho llamar para niños, libros con miles de dibujos y colores, con juegos y juguetes de regalo, libros hechos por publicistas y editores para llamar la atención de los pequeños y engañarlos con un texto de contenido vacuo al que con orgullo llamaran libro. Ese tipo de textos arruinan la feria y arruinan los libros, destrozan la esencia, el valor, el cariño que alguien pueda tener a una buena lectura. Sin embargo cada año aumentan en número y su destreza de vendedores crecen.
Me encanto reconocer varios favoritos, Borges y Sáenz abarcan la mayoría de los stands, librería lectura siempre con buen papel demuestra porque tienen un buen lugar. Para que la historia no se pierda de ANTONIO SOTTO WATARA , diario de la VIII marcha indígena por la defensa del TIPNIS y los territorios indígenas, la duda del caminante de Enrique Ipiña Melgar, encanto y fervor de Manuel Pedregal; obras nacionales que con encanto se esconden para aquel que quiera encontrarlos.
Como aceituna en torta de cumpleaños, o judío rezando a la virgen María, en plena feria del libro se encuentran aseguradoras, empresas de telecomunicaciones y lo peor de todos los tiempos: los charlatanes de LECTURA FÁCIL, habían visto tamaña insolencia de aquellas criaturas que sin ton ni son insisten en que no sabes leer y que ellos te podrán enseñar, por favor por amor a los libros y a la lectura tenemos que eliminar esa plaga de charlatanes buscadores de crédulos que se engañan creyendo que hacen un bien a sus hijos dándoles dinero a esos mediocres e hipócritas sacadores de plata.
En librería PLURAL me entretuve con los títulos arto conocidos pero no gastados, es el caso de Memoria Sitiada del ex presidente Carlos Mesa, estuve como 45 minutos navegando en aquel turbio mar de la política boliviana que tan bien conoció con lagrimas y sonrisas aquel presidente que fuese conocido por no estar dispuesto a colgárse en la espalda la sombra de la muerte.
Siento el primer calambre y me doy cuenta que la hora transcurrió, mis pies están terriblemente doloridos y mi boca esta seca y agria por tantos dulces con lo que he disimulado al hambre, cuando doy la ultima repasada en el piso superior, me sorprende una amiga muy especial, Karen Sainz a quien mucho tiempo no veía, persona muy especial por la amistad que me ha otorgado y por su aliento preciso y justo en que yo escribiera. Me muestra con encanto unos separadores de hojas que con gran talento en el diseño gráfico ha preparado y a gusto de paciencia espera febrilmente aquel risueño comprador habido para una grata lectura. Me despido de Karen con la promesa mutua de que ella comentara esta entrada y que pronto nos veríamos para contarnos las hazañas licuadas que nos ha tocado vivir.
Ese encuentro inesperado ha demorado mi salida, ha pasado la hora impar y el bus de regreso se ha ido. Salgo y camino hasta la calle 21 en busca de algún cajero, pero el único del banco al que estoy suscrito se encuentra en mal estado, haciendo conejos con los dedos me busco y rebusco monedas mientras pienso que sortilegio me permitirá volver hasta el centro. Con suerte bendita encuentro cabalmente los dos bolivianos con treinta centavos y al instante me subo al mini bus que me llevara hasta mi hogar, donde afanes tristes me esperan.
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