A unas horas del nuevo año juliano,
agradezco a los lectores poco frecuentes y nada recurrentes que me han ofrecido
por los diferentes medios, el apoyo por este espacio de letras irritantes que
les ofrecí.
El blog nació en Marzo y esta su
entrada número 40, a pesar de que el contador de visitas muestra que no
llegamos a los 350, son muchos más, el asunto es que el contador lo puse hace
apenas un par de meses. Sería un poco complicado explicar las razones por la
que me dispuse a escribir un blog, sin embargo no me arrepiento, escribir me
hizo conocer a gente muy agradable y admirar a otros que ya conocía.
No quisiera volver a aburrirlos con
la misma cantaleta acerca de por qué escribo, ya sé que deben estar cansados
que repita que en realidad yo no sé escribir y que escribo por efectos
adherentes a la lectura que nunca preví. Pero al ir escribiendo me voy dando
cuenta que la palabra en cualquiera de sus formas es inevitable, así como lo
recoge San Juan en su evangelio “en el principio fue el verbo”. La palabra que
conforma el mundo, el nombre que lo explica todo. Puede que no fuera tal, puede
que antes del verbo existieran cielos, mares, noche, día, estrellas,
firmamento. Pero si nadie sabía cómo nombrarlos, no eran nada, absolutamente
nada. Así que al principio fue el verbo, como bien dejó escrito Juan. Y a ese
verbo bíblico le siguió la épica de Homero, la duda de los filósofos, la
intemperie y el poder de los dioses, el amor y la guerra que nos relata
la Ilíada y después el delirio del Quijote y luego la soledad de
Macondo.
Debe ser que mi cerebro se comunica
mejor con mis manos que con la lengua. Porque el papel es un filtro, una
coraza, entre mis palabras y los ojos del otro. Porque me odio menos
escribiendo que hablando. Porque mientras escribo puedo corregir, escoger una
por una las palabras y nadie me interrumpe ni se desespera mientras las
encuentro. Por un ameno vicio solitario. Volví a escribir sobre escribir y
espero que no los haya aburrido, pasaré a otros temas.
Los que me conocen, sabrán que soy un
fiestero que no le gustan las fiestas, me desesperan las multitudes y a pesar
de todo siempre concurro a las verbenas y discotecas de moda. Como me dijera mi
amigo Gabriel “si no beberías fueras un nerd”. Sí está leyendo esto que sepa
que lo considero como un hermano pero que jamás se lo diré. A mis amigas Marhy,
Lourdes y Ángela agradecerles todas mis rabietas y mis gritos, además que son
las primeras en escuchar mis ideas para escribir en mi blog, con ellas pasé los
mejores y más divertidos momentos del 2012. A Teresa y Ángel amigos inquebrantables
que las circunstancias no separarán. A los cuates del colegio, Dennis, Jorge,
Beto, etcétera. A los amigos de la vida Karen, Sonia, Mariel. Amigos que, el
blog me hicieron conocer: Víctor, Rocío y Eduardo. A los amigos del twitter que
son los que más leen el blog. A los de Google+ y a instagram que les agrada mi
locura. A todos ellos, a todos ustedes, a ti lector, tienen un lugar por siempre
en mi profunda cavilación de la vida y el amor. A mi Amigo Fiel él sabe lo que
pienso de él: “MARICA” y a las 100 llamadas…100 llamadas que voy contando a
medida que vienen, renegando, odiando, riendo, llorando, anhelando, en la
incertidumbre que cubre la nieva los sucesos que algún día tanto había deseado.
En fin, para mí al menos fue un buen
año, concreté varias metas que tenía impulsando otros emprendimientos más
audaces que me dispongo a lograr. Un año donde gané 2 concursos de cuentos, una
con una editorial cochabambina y la otra con el municipio de La Paz. Fui elegido
presidente del primer parlamento universitario de La Paz y posteriormente el
parlamentarista más destacado. Viaje hasta ya no recordarme las manchas del
techo encima mi cama y reí hasta necesitar cataplasmas de hojas de tilo en los
riñones.
Me dispongo a escribir más y a leer
mucho más, a ya no sufrir escribiendo e intentar disfrutarlo. Y disculpas a
todos por esta entrada tan aburrida. Les recompensaré con alguna vacilación que
ya escribí.
Que tengan buen año