Me predispongo a escribir mal (en la
medida de lo posible) estos fragmentos inconexos. Es apenas una precaución: no
quisiera confundir este ejercicio terapéutico con Literatura.
martes, 17 de diciembre de 2013
jueves, 12 de diciembre de 2013
Loca
Tan Bionica - Loca
Loca vos no entendés nada de vivir.
Se fueron con septiembre tus ganas de mí.
Y una forma errante de permanecer
llenó de noches todo nuestro amanecer.
Loca vos no entendés nada del amor.
Yo no puedo cantar Blackbird como Paul.
Loca, tengo ganas locas de volver
como flores que volvieron a crecer.
Loca, me gustás así de loca
inestable y caprichosa.
Mucho mejores que el vino
son los besos de tu boca.
Y tal vez es porque vivo
de la forma en que mal vivo
que te digo lo que digo,
que me encuentro tan perdido.
Loca, sólo lo que escribo es lo que soy
No tengo mucha energía para hoy.
Loca, tengo ganas locas de volver
como flores que volvieron a crecer.
Me gustás así de loca,
me gustás así de loca.
inestable y caprichosa
Mucho mejores que el vino
son los besos de tu boca.
Y tal vez es porque vivo
de la forma en que mal vivo
que te digo lo que digo,
que me encuentro tan perdido.
La nostalgia es un espejo
que duplica lo vivido
rescatando nuestro tiempo
de las garras del olvido.
Porque no tengo más nadie
que pelear más que conmigo
porque eternos como el tiempo
son las noches y el vacío.
Porque nado hasta encontrarte
en este salvaje río.
Porque no me queda nada
que perder que lo vivído.
Loca, vos no entendés nada de vivir.
Loca, vos no entendés nada de vivir.
Loca, vos no entendes nada de vivir.
Loca, vos no entendes nada de vivir.
Se fueron con septiembre tus ganas de mí.
Y una forma errante de permanecer
llenó de noches todo nuestro amanecer.
Loca vos no entendés nada del amor.
Yo no puedo cantar Blackbird como Paul.
Loca, tengo ganas locas de volver
como flores que volvieron a crecer.
Loca, me gustás así de loca
inestable y caprichosa.
Mucho mejores que el vino
son los besos de tu boca.
Y tal vez es porque vivo
de la forma en que mal vivo
que te digo lo que digo,
que me encuentro tan perdido.
Loca, sólo lo que escribo es lo que soy
No tengo mucha energía para hoy.
Loca, tengo ganas locas de volver
como flores que volvieron a crecer.
Me gustás así de loca,
me gustás así de loca.
inestable y caprichosa
Mucho mejores que el vino
son los besos de tu boca.
Y tal vez es porque vivo
de la forma en que mal vivo
que te digo lo que digo,
que me encuentro tan perdido.
La nostalgia es un espejo
que duplica lo vivido
rescatando nuestro tiempo
de las garras del olvido.
Porque no tengo más nadie
que pelear más que conmigo
porque eternos como el tiempo
son las noches y el vacío.
Porque nado hasta encontrarte
en este salvaje río.
Porque no me queda nada
que perder que lo vivído.
Loca, vos no entendés nada de vivir.
Loca, vos no entendés nada de vivir.
Loca, vos no entendes nada de vivir.
Loca, vos no entendes nada de vivir.
martes, 3 de diciembre de 2013
tres de diciembre
Del amor nunca entendí nada. Hablé
mucho, vanamente. Puedo decir, del amor, cosas tristes. Y también puedo decir
algunas cosas bellas. Pero nunca entendí nada. Las cosas que dije, las dije por
mera devoción poética. Nada más. Los resultados de mis análisis racionales del
amor son apenas una mueca de desesperación. Porque nunca entendí nada. No
entendí nada de los beneficios del amor, no supe nunca por qué me quisieron; no
entendí tampoco las cosas que me desolaron.
lunes, 2 de diciembre de 2013
domingo, 1 de diciembre de 2013
A mis 24 años
He decidido este experimento:
escribir todo el mes de diciembre. Son las 6.14am; hace un rato llegué a mi
casa, pasé un tiempo sentado en el inodoro, pensando en lo que hubiese tenido
que ser mi vida. La noche fue amable: silencio, viento atroz, a lo lejos, sólo
el tintinear de las estrellas, cercanos desde los tiempos de la infancia. Tengo
ahora 23 años; cuando deje de escribir habré entrado a la frontera del cuarto
de siglo. No tengo nada para decir. Las cosas que digo usualmente son cosas que
pensé o adquirí alrededor de que empecé a leer. Desde entonces no hago más que
repetir, reformular, reestructurar. No tengo nada para decir pero dormir... ya
es demasiado temprano para dormir. Y quedarme solo conmigo, azarosamente
recapitulando las escenas de mi vida sería tortuoso. La penitencia de escribir
al menos me obliga a rehuir la inmediatez de mi calvario.
Escribiré cada día este mes.
Mi favorita será la del 03.
sábado, 9 de noviembre de 2013
Déjenlos ser
Siempre he creído que es bastante irresponsable afirmar que las películas
basadas en libros tengan que ser como en los libros. ¿Alguno de ustedes se
preguntó la diferencia entre unos y otros? ¿Acaso se ha vuelto costumbre tener
que ver la película cuando no se puede leer el libro?
Un libro y su lectura como tal, tienen connotaciones
distintas a las que se puede obtener de una película. Es fácil pensar, que se
puede entender un libro viendo su adaptación a la pantalla.
Para empezar, el libro, es un objeto creado para tres
distintos fines: primero, para no ser leído, por ser este, una carga moral,
filosófica, física e intelectual, que llevaría a sus lectores a pasajes
recónditos e inexplorados de su memoria, por ello es que no deben ser leídos,
al menos no por cualquiera, o aunque sea, no cualquiera puede leerlos; segundo
fin de los libros es el de desangrarnos, es decir sacarnos las vísceras,
voltearnos las tripas y pretender que sigamos con nuestras cotidianas vidas;
como tercer fin del libro, a palabras de Vilas-Matas “cuánto más sé, más tengo
que dudar o preguntarme cosas”, estos son hilos invisibles que nos provocan un
auto-desconocimiento, unos hilos invisibles que se nos enredaron allí arriba y
que en el caso extremo, modifica intencionada o des-intencionadamente nuestras
vidas por medio de percepciones leídas, es decir que un tipo que no conocemos,
en algún lugar que nunca hemos ido y con ideas que jamás compartiríamos, nos
cambiaría, desde los sentimientos hasta las actitudes, un libro como último fin,
nos hará parte de él, y si leíste más de uno, tendrás problemas, porque de una
unidad ahora serás un conjunto alborotado y bullicioso de todos los libros que
hayas leído. Todo esto, al menos con los buenos libros y por ende acompañado de
las buenas lecturas.
Y qué es lo que pasa con las películas, con las adaptaciones
holliwudenses (o como sea que se diga). Qué fin puede darnos la obra completa
de Spielberg; no más de lo que pueda darnos la de Kubrick o la de Tarantino. O
sea digo yo, si quisiera realmente entender los valores de Harry Potter o del
Señor de los Anillos, leería sus libros ¿no creen? Como voy a pensar comparar,
la obra intelectual de alguien con la obra económica de otro alguien; desde un
principio es un absurdo. Pero esto, no es sólo pensamiento de los lectores que
comparan, ni de los cinéfilos que pretender leer una obra en la pantalla de
cine, sino de mí, descuidado lector. Pues no nos hagamos de tripa corazón, si
yo no hubiese puesto en la palestra que comparar los libros no estuviese mal,
nada de este artículo hubiese importado (lo cual subraya la diferencia entre
leer y ver). Ahora mismo, es de manera rutinaria ir al cine, porque se leyó Los
Juegos del Hambre y pretender que la peli
sea geometricalmente(palabra inexistente hasta ahora, por cierto) igual que su
antecesora escrita. Los resultados son: una crisis mental, una puteada a quién se llevó al cine,
increpándole como si esa persona tuviera la culpa de que cientos de escenas no
hayan cumplido los parámetros mínimos que el libro ofrece, y por último
publicaran en sus feis una carita
triste :/ Al otro lado, los que no leen
ni el menú del restaurante, pasarán orgullos a su salida del cine por las
librerías y contemplaran en sus estantes el libro que leyeron en una película,
se burlaran de los que no han descubierto esta ventaja providencial, ellos
leen, sí, leen en dos horas y media y están listos para el debate.
Pero no lleguen a pensar que soy tan odioso con las
películas, pero es que digo ¿tanto cuesta apreciar una película como película? En
serio ¿tanto? Sería tan tonto como querer comparar la adaptación del mismo
George Lucas de su obra maestra cinematográfica al libro “La Guerra De Las
Galaxias”, porque, un libro es una cosa muy distinta de una película y hay que
empezarlos a tratar como tal.
viernes, 4 de octubre de 2013
Por qué escribo (3)
A veces veo cierto debate por ahí sobre qué
define "ser escritor". ¿Quién es escritor y quién no lo es? Hay quien
dice que un escritor es el que recibe remuneración por su trabajo, lo que lo
convierte en una profesión. Hay quien dice que un escritor es el que publica
(supongo que lo de cobrar es otra cosa, visto lo visto, en ciertas editoriales)
y hay quien dice que un escritor es el que escribe, publique o no, gane dinero
o no, porque es algo que se lleva dentro, y la literatura, como dijo alguien
más, es pasión: El hecho de escribir te define. También hay quien dice que un
escritor es el que hace una obra "digna" (lo que quiera que
signifique eso). Creo que todo eso, menos la última opinión, es verdad. Y creo
que añadiría otra cosa: Un escritor es alguien que tiene lectores, no importa
si son millones, o solamente una persona, aunque sea *esa* persona especial que
todos tenemos cerca (tu padre, tu pareja, tu amigo o amiga). Creo que al
exponer la obra, vive. Yo no escribiría probablemente casi nada, si mi ópera prima
no hubiera tenido una lectora, que supo decirme en el momento y en el lugar
exacto que le gustaba lo que escribí. Ni siquiera me hacen falta tantos, con
tener *algunos* lectores hubiera sido suficiente.
En primer lugar, no se me hubiese ocurrido
enviar a un concurso algún cuento, en segundo lugar, si perdía no me importó,
porque sé que hay alguien que sí le gusta. Creo que las obras que no se exponen
a la vista, mueren un poco, se apagan. El arte, en cualquiera de sus formas,
necesita receptores. Quizá nos hacemos escritores casi sin saberlo, cuando un
primer lector abre nuestros textos y empieza a dar vida a una obra que, sin él,
al fin y al cabo, no tendría demasiado sentido.
viernes, 27 de septiembre de 2013
Mañanas de Septiembre ...otra vez...
Mutaré en beso, e
hibernaré en tus labios. Pero aunque pase el invierno, no querré despertar. Soy
un titubeo efervescente, un abrazo que aprende a abrazar. Si miro hacia
adentro, solo veo mar. Si miras hacia fuera, cuéntame que se ve. Traigo hojas
secas, traigo algo parecido a un embalse, con su dique y todo para romper.
Mutaré, y cuando no vuelva la
sordidez, dejaré de empeñarme en estorbar.
Y si acaso se te ocurre preguntar,
porque mis poemas no te escribo más, responderé con sorna ¿Y qué es lo que
estoy haciendo, cuando vencido por el vértigo de tu mirada, alojo mis labios en
los tuyos? ¿Y cuando irresistiblemente mis manos recorren el acantilado de tu
espalda? ¿Acaso no es eso un poema? ¿Acaso no es un poema este trayecto, adornado
de anocheres incautos, y de amaneceres salvajes? ¿Acaso no es un poema dormirme
plácidamente con la sintaxis de tus gestos? Si que estoy escribiendo un poema, mi
amor.
Lo que pasa, es que tú no puedes
leerlo, porque me temo, no me amas más.
miércoles, 28 de agosto de 2013
DESPUÉS
Sus ojos se me
hacen más pequeños
dudan decirme la
verdad
Tiñe su voz en un
largo aliento
Rozando al filo la
inseguridad
UNA VERDAD TE PIDO
Mujer de ojos
rotos
Tan solo una
verdad te pido
Después
A la eternidad ve
a buscarte
Yo
En lo efímero me
quedaré
lunes, 19 de agosto de 2013
Déjenme
DÉJENME
Qué tiene que ver él
Y de verdad no lo sé
Tanto narcisismo y egoísmo
Tanto enfado y miedo
¡No voy a admitir nada!
Ellos no me importan
Mucho menos él
Déjenme con mis clases,
Con mis libros, con mis hojas
Déjenme con mis arboles
Y déjenme llorar solo.
viernes, 2 de agosto de 2013
Antes de....
Dinamitar poesía con versos de ¿otros
tiempos?.
¿Con qué dinamita?: ¿los versos?
¿Con qué carne?: ¿los versos?
Ya no sirve la interrogación
- no se entiende el tono ya -,
las exclamaciones bastan para quebrar.
El tiempo caerá en pedazos
pero la niebla lo esconderá.
martes, 30 de julio de 2013
INSTRUCCIONES PARA TOMAR UN VASO DE AGUA
Empiece aspirando los mocos,
aspírelos hasta que sienta un dolor punzante al centro de la cabeza. No coma
pan, el agua con pan en realidad es horrible. Busque en su patio o terraza,
pero no por la ventana, las nubes; entienda que si están demasiadas cargadas no
podrá beber el líquido elemento. Lleve sus sandalias de goma puestas, coja un
vaso de cristal o de metal, llénelo en tres cuartas partes, acérquelo lento muy
lento a la comisura labial y de un golpe aséstelo a la boca. Si siente un dolor
en el esófago, como si hubiese tragado una naranja, sabrá que lo hizo bien.
Puede repetirlo pero proceda con medio vaso y luego cuarto.
Felicidades, usted ha conseguido
tomar un vaso de agua. Ahora está preparado para una visita al urinario.
sábado, 20 de julio de 2013
MI PALABRA
Si alguna vez llego a tener verdadera
confianza en lo que escribo, no volveré al papel. Ya no lo necesitaría: sería
como hacer de la voz que hallé (en mí: que logré, que trabajé) una artesanía.
Buscaré los vidrios empañados, o escribiré en la arena lo que tenga que
escribir.
Todo lo que dura es vanidad. Y siempre, en algún momento, se vuelve falso. La palabra no merece extenderse más allá del instante en que tiene sentido. Su fugacidad es preciosa: la salva de envilecerse, de pudrirse, de falsearse. En el momento en que la vibración del sonido de la palabra se agota, la palabra ya no existe. Y la verdad, ya no es posible. Y si existe es como cadáver, y si hay alguna verdad, es la verdad del otro. La tratarán justamente como a un cadáver: la abrirán, la escrutarán, la indagarán, la cortarán, etc. para intentar penetrarla. Pero si logran que diga algo, será algo sobre un muerto. O sobre todos los hombres, sobre cualquiera.
viernes, 14 de junio de 2013
2008
Siempre necesité tiempo para mí...Pero nunca pensé que te
necesitaría cuando lloro...desde que te fuiste ya no escucho las palabras que
siempre necesito oír...Te hecho de menos...Todo lo que hago me recuerda a
ti...Y la ropa que dejaste esta sobre el suelo...Y huele como tú...Cuando te
alejaste yo conté los pasos que diste. ¿No ves cuanto te necesito ahora mismo?
miércoles, 5 de junio de 2013
Odioso Escritor
Es hace mucho que no entablo un diálogo con ustedes,
invisibles lectores (o inexistentes). Quiero disculparme por la vacuidad de
algunas entradas. Antes, cuando empecé a escribir pensé que mis letras podían
llegar a algún lado o por lo menos a alguien. Sin embargo, mientras más escribo
más bajo caigo.
¿Qué piensan acerca de escribir cartas a alguien que no
conocen? Yo lo hago a menudo. Me
presento formalmente a personas que me interesa conocer. Es una situación
triste, lo sé, mucho más porque nadie me responde. ¿Qué es lo que hago mal? No me
parece correcto que una relación de amistad o de lo que sea se deba iniciar con
un “Ola Ke Ace”, sencillamente porque no soy un retrasado mental, pero me
parece que sí sufro un cierto tipo de retardo, un retardo temporal.
Me sería más fácil mi existencia si hubiese nacido muchos
años antes, digamos el año mil novecientos treinta y dos. Sí, un buen año. Los
albores de la Guerra del Chaco, una creciente sociedad burgués, el proletariado
levantando la cabeza. Podría escribir cartas a mis anchas, leería más de diez
horas al día. Usaría sombrero de copa y traje de cola. Maravilloso.
Pero no.
Me toca vivir la escalofriante perdidas de valores. La chica
que me gusta tiene más carteras que libros. Más zapatos que palabras en su
vocabulario. ¿Tan difícil es decir USTED? La actual crisis de nuestra sociedad va
más allá de lo económico, va más allá de sus políticos, va más allá de la
codicia de sus dirigentes. No sé si llegará la hora en que tengamos que asumir
que los problemas no terminarán cambiando a un alcalde, a presidente o a un
partido. Hay que reconocer que el principal problema de patria, de nuestra
sociedad, es la mediocridad. El resultado de una cadena que inicia en la
escuela con estudiantes sesgados por la ley del colegio “el profesor siempre
tiene la razón” se repite en la universidad.
Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más
populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los
que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que
votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan. Porque son de los
nuestros. Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado
por aceptarla como el estado natural de las cosas.
Antes de que termine la anterior
gestión un docente de Derecho Penal publicó una de sus opiniones “filosóficas”
asumiendo que la crisis académica se debía a la mediocridad de aquellos
estudiantes que tan solo estudian para el examen y no para la vida. Sin temor a
mis actos, cogí un marcador y puse mi opinión: ¿y dónde está el dinero de los
seminarios? ¿Qué hay de las constantes denuncias en contra de usted por acoso
sexual? Y sin temor escribí el nombre de algunas estudiantes que aprobaron el
curso después de haber pasado por la extorsión del docente. Al día siguiente el
cuadro desapareció y publicaron uno nuevo dentro de las vitrinas, fuera del
alcance de manos vandálicas que se atreven a decir las verdades encima de la
hipocresía encarnada.
En primer año pasamos la materia de
economía política, tuve la desgracia de tomarlo con un docente al que lo apodan
“el loco” No lo aprobé y tuve que repetirla en verano, estoy orgullo de
aquello. Estoy orgulloso de no haber sido uno de los cientos que tienen que
recurrirle a trabajitos extras, orgulloso de no haber tenido que degradar mi
humanidad, mi formación, mi dignidad, solo para aprobar una materia.
Tranquilamente pueden preguntar, sobre todo a los que tienen cien, que es el plusvalor.
Allí está nuestra mediocridad, aprobar con cien la materia de economía política
y no tener la maldita idea ni la aproximación de qué es el plus valor.
Dicho “loco” es conocido por los pasillos como
un viejo verde acosador, basta verlo como sale por las mañanas rodeado de
muchachas y se las lleva a comer salteñas, bajo la excusa de enseñarles
Derecho, cuantas veces he visto a ese señor con mis compañeras en su auto, muy
lejos de la facultad por cierto, claro tengo que pensar que este les acompañaba
a su casa.
Un docente senil de Derecho
Constitucional me reprobó al final de su materia, a pesar de tener ya los
puntos que requieren la aprobación, porque puse en mi examen final que los
artículos 144, 145, 146 y 147 de la Ley Marco de Autonomías y la frase
contenida en la primera parte del parágrafo segundo del artículo 128 eran
inconstitucionales, esto por ser contrario, dije en mí examen, a los artículos
26.1, 116.1 y 117.1 de la CPE y 23.2 de la Convención Americana de los Derechos
Humanos. Claro el doctor, asesor de nuestro actual presidente, no pudo concebir
que un estudiante pueda querer saber más que nuestros eruditos asambleístas. El
tiempo me dio la razón con el fallo del tribunal constitucional, pero aquello
no hizo que recuperara todo el año que tuve que repetir la materia, y dejar
rezagadas las materias que ésta me abría.
¿Y qué pasa con los estudiantes? A estas
alturas de mí renegada entrada, cualquiera se preguntaría si los estudiantes
son bestias peludas que no pueden reclamar una pisca de derechos. Pero no seamos
ingenuos, qué poder podríamos tener contra aquel que tiene la capacidad de
hacerte desaparecer en sistemas, lo mejor será quedarse callados, de temor,
pasar desapercibidos y taparse el rostro al pasar por la entrada para evitar la
fulminante mirada de Franz Tamayo. De tener la oportunidad de levantar mi voz
por los oprimidos, la tengo, que apareceré en la lista roja de docentes también
puedo. Pero que arriesgando mi pellejo, mis años de estudio, los estudiantes me
harían a un lado, también pasaría. No solo se necesita un líder y un revolucionario,
también se necesitan presos, oprimidos, extorsionados que quieran salir de
allí. De otra manera solo somos locos en este mundo ya de cabeza.
Cuán distinto sería si los
estudiantes dejaran de pasar una media de tres horas al día frente a un
televisor que muestra principalmente basura. Es mediocre el país donde la
brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada -cuando no
robada impunemente- y la independencia sancionada. Un sociedad que ha hecho de
la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos
miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran
Hermano, por políticos que se insultan sin aportar una idea, por jefes que se
rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que
ridiculizan al compañero que se esfuerza.
Mediocre es nuestro país que ha
permitido fomentado celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la
excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la
imparable marea gris de la mediocridad.
Démonos cuenta amigos lectores que la
idea dominante sobre nosotros mismos como país es no sólo la de la
autoflagelación, sino la de que nuestra historia no es otra cosa que una suma
de horrores, saqueo, corrupción, violencia y arbitrariedad. Una especie de
camino al infierno o al suicidio, o peor aún, un camino a la nada.
Los presidentes fueron todos unos
ladrones o unos ineptos, las élites un conjunto de poderosos con el único
objetivo de enriquecerse a costa de los más pobres, los gobiernos unas gavillas
de aprovechadores reunidas para favorecer a unos pocos, los empresarios
arribistas o sanguijuelas del estado, los intelectuales loros que repiten ideas
ajenas y que las tratan de imponer en una sociedad a la que esas ideas no se
adaptan…
La consecuencia de esa lectura está a
la vista. El descreimiento general, la desconfianza como norma, la idea
preconcebida de que todo lo que hace un político o una figura pública tiene
única y exclusivamente una intención oculta para su beneficio personal. La caza
de brujas funciona porque mezcla el grano y la paja.
Nuestra percepción como colectividad
es la de la derrota y la frustración. La idea generalizada es que siempre
perdimos en los emprendimientos que encaramos, sean de construcción social,
sean de guerras internacionales, sean simples y pedestres competiciones
deportivas.
Ante la pregunta de ¿Cómo te va? En
el mejor de los casos la respuesta es “más o menos”, cuando no “mal, como
siempre”.
miércoles, 29 de mayo de 2013
TAMAKI
Hola.
Ok, mira, intenté ser sutil y amigable, pero realmente me sorprende que no lo hayas notado o peor, hayas tomado una actitud obstinada al respecto.
Ok, mira, intenté ser sutil y amigable, pero realmente me sorprende que no lo hayas notado o peor, hayas tomado una actitud obstinada al respecto.
No te he respondido mensaje alguno en más de un mes, timbrazos, nada. ¿Alguna
idea del por qué?
Sinceramente no me interesa, en especial cuando se volvió tan recurrente y diario. ¿Qué esperas de mí?, ¿Que te dé alguna fórmula, idea u comentario para que resuelvas un problema que aparentemente solo tú puedes sobrellevar?, No soy el indicado para eso, para nada, y si por casualidad se me ocurriera "darle importancia", ciertamente sería cruel, como naturalmente soy.
Sinceramente no me interesa, en especial cuando se volvió tan recurrente y diario. ¿Qué esperas de mí?, ¿Que te dé alguna fórmula, idea u comentario para que resuelvas un problema que aparentemente solo tú puedes sobrellevar?, No soy el indicado para eso, para nada, y si por casualidad se me ocurriera "darle importancia", ciertamente sería cruel, como naturalmente soy.
Te agradecería que lo dejes de hacer, es irritante, sin
mencionar que 99% de las veces que me timbras insistentemente mi celular se
tranca.
Gracias por entender
viernes, 17 de mayo de 2013
Ausente Presente
Extraño esas
charlas que nunca fueron,
esas horas al
teléfono
desconocidas
para la gente.
Una
conversación sincera,
directa y sin
tapujos.
¡Cuánto nos
perdíamos
en palabras
ocultas al mundo,
en risas
sencillas, hiladas
en la fibra óptica!
Hoy en la
ausencia de esa voz lejana
me pregunto
sobre la no existente.
Sobre el fruto
de su vientre.
Y con anónimas
palabras
te haces
presente
llenando de
risas
los minutos de
la mañana.
Eres la
ausente presente
sábado, 4 de mayo de 2013
¿por qué?
¿Por qué lloras junto a mi?,
¿Por
qué me llamas y no escucho?,
¿Por
qué te odio y te amo a la vez?,
¿Por
qué ya no duele si veo la herida?,
¿Por
qué hiciste lo que hiciste?,
¿Por
qué no fue suficiente?,
¿Por
qué duele el alma?,
¿Por
qué todos lloran?,
¿Por
qué no te dije “te amo”?,
¿Por
qué no me perdonaste?,
¿Por
qué escapaste?,
¿Por
qué te seguí?,
¿Por
qué alguna vez quise morir?,
¿Por
qué siempre me equivoqué?,
¿Por
qué nunca estuve a la altura?,
¿Acaso
ya es tarde?,
¿O
me sobra el tiempo?,
No
puedo tocarte y sin embargo te siento,
Se
acerca la muerte a pasos raudos.
¿Por
qué ya no te veo?
jueves, 25 de abril de 2013
Sobre los libros y las lecturas.
1. Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo.
Paul Sweeney
2. Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo.
3. Los libros me enseñaron a pensar, y el pensamiento me hizo libre.
Ricardo León
4. El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.
Miguel de Cervantes Saavedra
5. No hay espectáculo más hermoso que la mirada de un niño que lee.
Günter Grass
6. El recuerdo que deja un libro es más importante que el libro mismo.
Gustavo Adolfo Bécquer
7. Cuanto más se lee, menos se imita.
Jules Renard
8. Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
Proverbio hindú
9. A menudo en tu vida te encontrarás con que un libro es mejor amigo que un hombre.
Luigi Settembrini
10. Para que el hombre sea fuerte debe comer regularmente, y para que sea sabio debe leer siempre.
Jeremy Collier
11. Leer sin reflexionar es igual que comer sin digerir.
Edmund Burke
12. La pluma es la lengua del alma.
Miguel de Cervantes Saavedra
13. La mejor característica de un libro es que provoque reacciones en el lector y le empuje a actuar.
Thomas Carlyle
14. La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta...
André Maurois
15. ¡Cuántas veces la lectura de un libro no ha sido la encrucijada que ha cambiado de curso la vida de una persona!
Henry David Thoreau
16. El libro que no soporta dos lecturas no merece ninguna.
Padre José Luis Martín Descalzo
17. Mucho más importante que recomendar libros es fomentar el amor a la lectura.
Burrhus Frederic. Skinner
18. La lectura es a veces una estratagema para eludir pensar.
Arthur Helps
19. Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído.
Jorge Luis Borges
20. Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.
Adolfo Bioy Casares
21. Adquirir el hábito de la lectura y rodearnos de buenos libros es construirnos un refugio moral que nos protege de casi todas las miserias de la vida.
Somerset Maugham
22. Dime lo que lees y te diré quién eres», eso es verdad, pero te conoceré mejor si me dices lo que relees.
François Mauriac
23. Literatura es mi Utopía. No hay barrera de sentidos que me pueda quitar este placer. Los libros me hablan sin impedimentos de ninguna clase.
Helen Keller
24. El libro es fuerza, es valor, es poder, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor.
Rubén Darío
25. El propósito de la lectura no es conseguir que se vendan más libros, sino que los lectores disfruten más de la vida.
George Holbrook Jackson
26. Los libros son compañeros, maestros, magos, y banqueros de los tesoros de la mente. Son portadores de civilización.
Bárbara Wertheim Tuchman
27. Los libros son abejas que transportan el polen de la sabiduría de una mente a otra.
James Rusell Lowell
28. Un libro debe ser como un rompehielos para penetrar en los mares congelados en nuestras almas.
Franz Kafka
29. La literatura es una especie de luz intelectual que, a semejanza de la luz del sol, puede permitirnos a veces ver lo que no nos agrada.
Samuel Johnson
30. Un buen libro no sólo se escribe para multiplicar y transmitir la voz, sino también para perpetuarla.
John Ruskin
31. Desde que descubrí los libros y las bibliotecas, para mí, cada día del año es Navidad.
domingo, 21 de abril de 2013
Otoño
En los días
nublados y grises
Karen salía a
pasear, le gustaba
sentarse en
algún banco y observar como caían las hojas de los árboles,
lentas, suaves,
como un último
suspiro de honor.
El otoño estaba
en pleno apogeo,
las
hojas de los arboles ya descansaban en el suelo y Karen no lo
resistió más;
se tumbó de
un revolcón en
el suelo encima
de las hojas
y cerró los
ojos
para oír charlar a las hojas con el viento.
- Madame hojita, quiere usted echar un último baile conmigo.
- Desde luego.
Y los
dos se fundieron en un abrazo.
Después de tantos
días
jugando entre ellos, la hojita se sintió cansada y el viento
quiso libertad.
- Debo partir. – dijo con cierta tristeza el viento.
- Y yo debo descansar – apoyó la hojita
La hojita lo
miró triste. El viento
se levantó y
se fue. Por
unos instantes
nada se escuchó y Karen vio como la hojita triste se dejaba
caer a la tierra
húmeda.
Fue un día
nublado y gris,
Karen y la
hojita volvieron al
calor del hogar.
Quizá renazcan en la primavera. El otoño es el dormir.
CUENTO INFANTIL
jueves, 4 de abril de 2013
Paraíso en el infierno
Yo soñé que
nacía en un poema.
De cristal
en cristal me deslizaba,
arrugándome
en cada ola del camino.
Una brisa
celeste acariciaba mis párpados,
sin abrirlos
nunca.
En un
amanecer se rompió el sueño
y me desmayé
en este mundo.
Desorientado
en el desierto floral que ante mí se abría,
los ojos me
los cerró el pánico,
las orejas
me las tapó el ruido
y la peste
me arrancó la nariz.
Busqué a
tientas la brújula del misterio,
perseguí mi
sombra deseando que me alcanzara,
creí tocar
el cielo en una noche estrellada,
y aun hoy
anhelo el paraíso en este infierno.
Pero, ¿cómo
acaba mi historia?
Acaso se
enderece el curso junto a una palabra,
y a
empellones se desboque vida bastante
para
derribar todas las montañas de mi mente.
O tal vez se
pierda en la ensenada una lágrima
donde yazcan
mis soñadas esperanzas.
domingo, 17 de marzo de 2013
La enfermedad del Poeta
El alzheimer del poeta se queda mirando un poema. La
enfermedad le niega el recuerdo de la gestación y encuentra en su escritorio un
papel con versos. No sabe qué hace ahí, en el escritorio del alzheimer.
No recuerda que tiene hijos. No tiene ninguna foto de familia enmarcada, ni de niños, ni de mujer. Sólo hay un poema en su memoria. Un hijo de tinta envuelto en una toalla de papel.
Cómo pudo nacer ni se lo plantea. Le regala versos por su aniversario, que es cada día. Le ve nacer cada mañana. Sonríe mientras desconocidos a su alrededor se afanan a preguntarle cosas de no sabe dónde, ni cuándo, ni de quién.
No recuerda que tiene hijos. No tiene ninguna foto de familia enmarcada, ni de niños, ni de mujer. Sólo hay un poema en su memoria. Un hijo de tinta envuelto en una toalla de papel.
Cómo pudo nacer ni se lo plantea. Le regala versos por su aniversario, que es cada día. Le ve nacer cada mañana. Sonríe mientras desconocidos a su alrededor se afanan a preguntarle cosas de no sabe dónde, ni cuándo, ni de quién.
viernes, 8 de marzo de 2013
¿?
En la vereda de enfrente de mi casa hay un árbol que proyecta sobre la pared blanca de una fábrica abandonada la sombra exacta de un hombre que espera.
Esa figura no es inocente.
lunes, 4 de marzo de 2013
Sobre 50 sombras de Grey
No es porque esté mal escrito, ni porque los personajes sean
inverosímiles, ni por los diálogos de patio de colegio. Ni porque ponga a un
tipo dominante, maltratador y obsesivo como un príncipe azul. Al fin y al cabo
es una novela, y las habrá (supongo) peores. Es porque ese tipo ha encandilado
a miles de mujeres en todo el mundo, diciendo muy poco en favor del género femenino.
Está pésimamente escrita, pero pésima. La base tan
sexista que al igual que Bella (de crepúsculo), Anastasia es un personaje
femenino débil y que se deja manipular completamente a las manos de Grey,
carece de personalidad y hará todo lo que éste le pida. Esto no me parece un
buen ejemplo para nadie, sobre todo teniendo en cuenta que las chicas jóvenes
que leen este libro y que solo desean una relación como la que tienen los
protagonistas. Tan solo leí el primer libro y es suficiente para darme cuenta
que también existen profanos en el mundo de las letras, pero la contradicción
de Anastasia en muchos puntos era inverosímil. No puedes crear un personaje tan
sumiso y dejar que las jóvenes quieran parecerse a ella. ¿Qué estamos creando?
Mujeres potencialmente sumisas al maltrato de género. ¿Qué morbo tiene un
hombre que juega con el poder para hacer sentir a esta pobre chica que no está
a su altura? También habría que citar la situación de Grey que es un joven
guapo y rico (Qué casualidad, ¿hola? ¿Edward?). Eso nos lleva una vez más a la
reflexión sobre las chicas jóvenes y lo que quieren encontrar en una pareja.
Gracias, E. L. James, por crear a niñas estúpidas que lo único que quieran en
estas vidas sea que las empotren contra la pared un joven rico que las
maltrate, muchas gracias.
Lo peor sería escuchar a las niñas que hablan de lo romántica
que es esta novela. Chicas, si quieren leer amor dejan de leer 50 Sombras de
Grey y ese par de revistas TÚ que guardan bajo la cama, pueden asomarse por “el
amor en los tiempos de cólera”, si quieren algo más fuerte y de erotismo está
Marqués de Sade, lean a Austen, a Víctor Hugo, lean a Brontë, por favor, lean
algo que merezca la pena.
domingo, 3 de marzo de 2013
La literatura es así. Tiene que dolerte.
Esa mina, tú mina, es una boba y mediocre, no es divertida,
no dice cosas divertidas, no sé que le viste, no creo que alguien pudiera verle
algo, y ni siquiera toma ni es joda, es cristiana, no tiene plata y si la tiene
no la gasta en cosas divertidas. Se quema ella sola y no podría decir que su
belleza va en desmedro con su simpatía, todo lo contrario va en desmedro. No
tiene nada que sobresalga, nada que decir para que sea especial. Sin embargo a todo
aquello, a ti te parece agradar y como único acto de amistad que hecho o voy a
hacer a alguien, y lo haré contigo, voy a respetar y dejar que hagas lo que
quieras con ella. No me entrometeré más ni haré comentarios a segundos ni a terceros, tampoco
te defenderé, pero respetaré tu gusto singular. Soy una mierda de gente, lo sé
y lo admito, si pudiera cambiar lo haría, pero el destino ya ha señalado mi
suerte. Dale sigue con tu vida como te dé la gana y no esperes más misericorda
mía
Crédito parcial: Karenine Ninenine
Weimar en el infierno en tres, dos, uno...
Weimar arrepentido.
Weimar super ofendido
Weimar que odia que hablen en tercera persona
Weimar que no sabe como disculparse
Weimar odiado
Weimar una mierda
fin
miércoles, 20 de febrero de 2013
AMARGURA DULCE AMARGURA
Me siento muy triste porque no tengo
nada bueno que publicar, todas mis notas guardadas me parecen tan tontas y estúpidas
que me entristecen aún más el día. Si alguno de ustedes me ve por la calle, me
verá feliz y sonriente pero no se dejen engañar con esta mascara cruel y tan
humana, mi monotonía externa les engaña, en realidad me consumo bajo las
cenizas.
¿Qué pasó? Llegó alguien para abrir
las heridas que ella misma hirió, no logro entender su insensibilidad, ¿para
qué volver y cometer los mismos errores? No lo sé, supongo que eso me toca por
llevar al vértigo mi soledad.
Yo, una
persona vulgar y despreciable que he cometido el pecado de querer escribir para
descubrirla entre líneas de fuego y sal, mi pecado, lo admito, fue “intentar”
escribir con amor.
Soy un héroe, un suicida, soy un
traidor, pero quién lo iba a pensar, mi maldita sensibilidad inexpresada. Es
por ella que me invento el sol.
lunes, 11 de febrero de 2013
Un amor
Muchas personas piensan
que yo nunca estuve enamorado,
pero lo que jamás supieron,
pero lo que jamás supieron,
es que, a pesar
de las pajaritas que conquisté,
todos los besos que recibí,
y los amores que retuve,
nunca llegué,
a desear nuevamente,
que algún palpito de corazón,
de alguien que en la mañana,
en mi lecho despertó,
eche por mí, un suspiro de amor
Mi carácter vanidoso
y su andar de venada,
se contradijeron de manera salvaje.
Y a pesar de los indicios del amor,
nunca fuimos pareja,
quizá porque sólo fue un juego de muchachos,
quizá tal vez, quisimos que nuestro amor sea secreto,
clandestino,
como algo prohibido,
como un pecado que cometimos,
cuando éramos jóvenes quinceañeros e inmaduros.
Me dijiste muchas veces “te amo”,
en voz baja,
como queriendo ocultar lo que verdaderamente sentías,
o como queriendo saber,
quizá tal vez, quisimos que nuestro amor sea secreto,
clandestino,
como algo prohibido,
como un pecado que cometimos,
cuando éramos jóvenes quinceañeros e inmaduros.
Me dijiste muchas veces “te amo”,
en voz baja,
como queriendo ocultar lo que verdaderamente sentías,
o como queriendo saber,
si es que realmente te escuchaba,
y el destino, así lo supuso.
Nuestro amor incondicional,
confundió nuestras manos
que alguna vez,
enlazábamos en el caminar,
para que un día en el viento
supiéramos donde mirar,
ya que a falta de romance
fingíamos ante los demás
que nuestros cuerpos,
jamás se llegaron a amar.
Nunca aceptamos que estuvimos juntos,
o enamorados, y el mito no cambió en nada,
cuando tú, decidiste irte,
si no, se alimentó hasta llegar al punto
en que nadie creía que habíamos intercambiado
por lo menos, una par de besos o caricias.
No es que hayamos mentido,
no es que nos negamos,
pero fue todo tan irreal,
que al de un parpadeo despertar,
nunca llegué a imaginar,
un final de mi historia,
que contigo no pueda contar.
Hace cuatro años que no te veo,
hace cuatro años que nos dijimos adiós,
hace cuatro años que lloré abrazándote
y hace cuatro años, que terminé reemplazándote
por otra, mejor, peor, yo no sé.
Tal vez,
si no nos hubiéramos conocido,
no estaría escribiendo estos versos,
ni estaría extrañándote,
ni recordando,
mi primera vez de pasión.
Es mejor no volvernos a ver
es mejor olvidarte
aunque es difícil,
aunque es de cobardes.
Acepto que te sigo queriendo
como ese viernes de verano,
que estando debajo de la lluvia,
te dije "¿te quedas conmigo?"
y tú me sonreíste,
y una vez más, me trastornó tal belleza,
que hasta los adoquines de la calle,
se derretían por el sentir,
de las castañuelas de tus tacones.
Recuerdo tan claro,
como se me desordenó el corazón,
con el aire de sus suspiros
y me volví loco de amor
con su cabellera y el vuelo de sus manos,
y su sonrisa que formulada
me invitaba a la pasión.
De esto ya hace años,
que un día juramos ocultar,
más el sentimiento me niega,
poder olvidar,
y en poesías inconclusas,
te intento alcanzar,
que las noches de luna,
poco aires ya me dan.
Ahora me estremece el recuerdo,
que en febrero un día marcaste,
como si la tierra en ti girase,
para levantar vuelo,
cuando en fantasías,
aún yo creo,
para siempre febrero,
el mes que me dejaste.
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