martes, 17 de diciembre de 2013

17 Mala Literatura.

Me predispongo a escribir mal (en la medida de lo posible) estos fragmentos inconexos. Es apenas una precaución: no quisiera confundir este ejercicio terapéutico con Literatura.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Loca

Tan Bionica - Loca

Loca vos no entendés nada de vivir.
Se fueron con septiembre tus ganas de mí.
Y una forma errante de permanecer
llenó de noches todo nuestro amanecer.

Loca vos no entendés nada del amor.
Yo no puedo cantar Blackbird como Paul.
Loca, tengo ganas locas de volver
como flores que volvieron a crecer.

Loca, me gustás así de loca
inestable y caprichosa.
Mucho mejores que el vino
son los besos de tu boca.

Y tal vez es porque vivo
de la forma en que mal vivo
que te digo lo que digo,
que me encuentro tan perdido.

Loca, sólo lo que escribo es lo que soy
No tengo mucha energía para hoy.
Loca, tengo ganas locas de volver
como flores que volvieron a crecer.

Me gustás así de loca,
me gustás así de loca.
inestable y caprichosa
Mucho mejores que el vino
son los besos de tu boca.

Y tal vez es porque vivo
de la forma en que mal vivo
que te digo lo que digo,
que me encuentro tan perdido.

La nostalgia es un espejo
que duplica lo vivido
rescatando nuestro tiempo
de las garras del olvido.

Porque no tengo más nadie
que pelear más que conmigo
porque eternos como el tiempo
son las noches y el vacío.

Porque nado hasta encontrarte
en este salvaje río.
Porque no me queda nada
que perder que lo vivído.

Loca, vos no entendés nada de vivir.
Loca, vos no entendés nada de vivir.
Loca, vos no entendes nada de vivir.
Loca, vos no entendes nada de vivir.

martes, 3 de diciembre de 2013

tres de diciembre


Del amor nunca entendí nada. Hablé mucho, vanamente. Puedo decir, del amor, cosas tristes. Y también puedo decir algunas cosas bellas. Pero nunca entendí nada. Las cosas que dije, las dije por mera devoción poética. Nada más. Los resultados de mis análisis racionales del amor son apenas una mueca de desesperación. Porque nunca entendí nada. No entendí nada de los beneficios del amor, no supe nunca por qué me quisieron; no entendí tampoco las cosas que me desolaron.


lunes, 2 de diciembre de 2013

02 Antesala


El cumpleaños que pasé en Buenos Aires: eso también me predispone un poco hacia la tristeza. Las cosas que se acercan son una delicada despedida.

domingo, 1 de diciembre de 2013

A mis 24 años

He decidido este experimento: escribir todo el mes de diciembre. Son las 6.14am; hace un rato llegué a mi casa, pasé un tiempo sentado en el inodoro, pensando en lo que hubiese tenido que ser mi vida. La noche fue amable: silencio, viento atroz, a lo lejos, sólo el tintinear de las estrellas, cercanos desde los tiempos de la infancia. Tengo ahora 23 años; cuando deje de escribir habré entrado a la frontera del cuarto de siglo. No tengo nada para decir. Las cosas que digo usualmente son cosas que pensé o adquirí alrededor de que empecé a leer. Desde entonces no hago más que repetir, reformular, reestructurar. No tengo nada para decir pero dormir... ya es demasiado temprano para dormir. Y quedarme solo conmigo, azarosamente recapitulando las escenas de mi vida sería tortuoso. La penitencia de escribir al menos me obliga a rehuir la inmediatez de mi calvario.
Escribiré cada día este mes.

Mi favorita será la del 03.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Déjenlos ser



Siempre he creído que es bastante  irresponsable afirmar que las películas basadas en libros tengan que ser como en los libros. ¿Alguno de ustedes se preguntó la diferencia entre unos y otros? ¿Acaso se ha vuelto costumbre tener que ver la película cuando no se puede leer el libro?
Un libro y su lectura como tal, tienen connotaciones distintas a las que se puede obtener de una película. Es fácil pensar, que se puede entender un libro viendo su adaptación a la pantalla.
Para empezar, el libro, es un objeto creado para tres distintos fines: primero, para no ser leído, por ser este, una carga moral, filosófica, física e intelectual, que llevaría a sus lectores a pasajes recónditos e inexplorados de su memoria, por ello es que no deben ser leídos, al menos no por cualquiera, o aunque sea, no cualquiera puede leerlos; segundo fin de los libros es el de desangrarnos, es decir sacarnos las vísceras, voltearnos las tripas y pretender que sigamos con nuestras cotidianas vidas; como tercer fin del libro, a palabras de Vilas-Matas “cuánto más sé, más tengo que dudar o preguntarme cosas”, estos son hilos invisibles que nos provocan un auto-desconocimiento, unos hilos invisibles que se nos enredaron allí arriba y que en el caso extremo, modifica intencionada o des-intencionadamente nuestras vidas por medio de percepciones leídas, es decir que un tipo que no conocemos, en algún lugar que nunca hemos ido y con ideas que jamás compartiríamos, nos cambiaría, desde los sentimientos hasta las actitudes, un libro como último fin, nos hará parte de él, y si leíste más de uno, tendrás problemas, porque de una unidad ahora serás un conjunto alborotado y bullicioso de todos los libros que hayas leído. Todo esto, al menos con los buenos libros y por ende acompañado de las buenas lecturas.
Y qué es lo que pasa con las películas, con las adaptaciones holliwudenses (o como sea que se diga). Qué fin puede darnos la obra completa de Spielberg; no más de lo que pueda darnos la de Kubrick o la de Tarantino. O sea digo yo, si quisiera realmente entender los valores de Harry Potter o del Señor de los Anillos, leería sus libros ¿no creen? Como voy a pensar comparar, la obra intelectual de alguien con la obra económica de otro alguien; desde un principio es un absurdo. Pero esto, no es sólo pensamiento de los lectores que comparan, ni de los cinéfilos que pretender leer una obra en la pantalla de cine, sino de mí, descuidado lector. Pues no nos hagamos de tripa corazón, si yo no hubiese puesto en la palestra que comparar los libros no estuviese mal, nada de este artículo hubiese importado (lo cual subraya la diferencia entre leer y ver). Ahora mismo, es de manera rutinaria ir al cine, porque se leyó Los Juegos del Hambre y pretender que la peli sea geometricalmente(palabra inexistente hasta ahora, por cierto) igual que su antecesora escrita. Los resultados son: una crisis mental, una puteada a quién se llevó al cine, increpándole como si esa persona tuviera la culpa de que cientos de escenas no hayan cumplido los parámetros mínimos que el libro ofrece, y por último publicaran en sus feis una carita triste :/  Al otro lado, los que no leen ni el menú del restaurante, pasarán orgullos a su salida del cine por las librerías y contemplaran en sus estantes el libro que leyeron en una película, se burlaran de los que no han descubierto esta ventaja providencial, ellos leen, sí, leen en dos horas y media y están listos para el debate.

Pero no lleguen a pensar que soy tan odioso con las películas, pero es que digo ¿tanto cuesta apreciar una película como película? En serio ¿tanto? Sería tan tonto como querer comparar la adaptación del mismo George Lucas de su obra maestra cinematográfica al libro “La Guerra De Las Galaxias”, porque, un libro es una cosa muy distinta de una película y hay que empezarlos a tratar como tal. 

viernes, 4 de octubre de 2013

Por qué escribo (3)

A veces veo cierto debate por ahí sobre qué define "ser escritor". ¿Quién es escritor y quién no lo es? Hay quien dice que un escritor es el que recibe remuneración por su trabajo, lo que lo convierte en una profesión. Hay quien dice que un escritor es el que publica (supongo que lo de cobrar es otra cosa, visto lo visto, en ciertas editoriales) y hay quien dice que un escritor es el que escribe, publique o no, gane dinero o no, porque es algo que se lleva dentro, y la literatura, como dijo alguien más, es pasión: El hecho de escribir te define. También hay quien dice que un escritor es el que hace una obra "digna" (lo que quiera que signifique eso). Creo que todo eso, menos la última opinión, es verdad. Y creo que añadiría otra cosa: Un escritor es alguien que tiene lectores, no importa si son millones, o solamente una persona, aunque sea *esa* persona especial que todos tenemos cerca (tu padre, tu pareja, tu amigo o amiga). Creo que al exponer la obra, vive. Yo no escribiría probablemente casi nada, si mi ópera prima no hubiera tenido una lectora, que supo decirme en el momento y en el lugar exacto que le gustaba lo que escribí. Ni siquiera me hacen falta tantos, con tener *algunos* lectores hubiera sido suficiente.

En primer lugar, no se me hubiese ocurrido enviar a un concurso algún cuento, en segundo lugar, si perdía no me importó, porque sé que hay alguien que sí le gusta. Creo que las obras que no se exponen a la vista, mueren un poco, se apagan. El arte, en cualquiera de sus formas, necesita receptores. Quizá nos hacemos escritores casi sin saberlo, cuando un primer lector abre nuestros textos y empieza a dar vida a una obra que, sin él, al fin y al cabo, no tendría demasiado sentido. 

viernes, 27 de septiembre de 2013

Mañanas de Septiembre ...otra vez...

Mutaré en beso, e hibernaré en tus labios. Pero aunque pase el invierno, no querré despertar. Soy un titubeo efervescente, un abrazo que aprende a abrazar. Si miro hacia adentro, solo veo mar. Si miras hacia fuera, cuéntame que se ve. Traigo hojas secas, traigo algo parecido a un embalse, con su dique y todo para romper.
Mutaré, y cuando no vuelva la sordidez, dejaré de empeñarme en estorbar.
Y si acaso se te ocurre preguntar, porque mis poemas no te escribo más, responderé con sorna ¿Y qué es lo que estoy haciendo, cuando vencido por el vértigo de tu mirada, alojo mis labios en los tuyos? ¿Y cuando irresistiblemente mis manos recorren el acantilado de tu espalda? ¿Acaso no es eso un poema? ¿Acaso no es un poema este trayecto, adornado de anocheres incautos, y de amaneceres salvajes? ¿Acaso no es un poema dormirme plácidamente con la sintaxis de tus gestos? Si que estoy escribiendo un poema, mi amor.

Lo que pasa, es que tú no puedes leerlo, porque me temo, no me amas más.

miércoles, 28 de agosto de 2013

DESPUÉS



Sus ojos se me hacen más pequeños
dudan decirme la verdad
Tiñe su voz en un largo aliento
Rozando al filo la inseguridad

UNA VERDAD TE PIDO

Mujer de ojos rotos
Tan solo una verdad te pido

Después

A la eternidad ve a buscarte

Yo


En lo efímero me quedaré

lunes, 19 de agosto de 2013

Déjenme

DÉJENME


Qué tiene que ver él
Y de verdad no lo sé
Tanto narcisismo y egoísmo
Tanto enfado y miedo
¡No voy a admitir nada!
Ellos no me importan
Mucho menos él
Déjenme con mis clases,
Con mis libros, con mis hojas
Déjenme con mis arboles
Y déjenme llorar solo.


viernes, 2 de agosto de 2013

Antes de....


Dinamitar poesía con versos de ¿otros tiempos?.
¿Con qué dinamita?: ¿los versos?
¿Con qué carne?: ¿los versos?
Ya no sirve la interrogación
- no se entiende el tono ya -,
las exclamaciones bastan para quebrar.
El tiempo caerá en pedazos
pero la niebla lo esconderá.


martes, 30 de julio de 2013

INSTRUCCIONES PARA TOMAR UN VASO DE AGUA


Empiece aspirando los mocos, aspírelos hasta que sienta un dolor punzante al centro de la cabeza. No coma pan, el agua con pan en realidad es horrible. Busque en su patio o terraza, pero no por la ventana, las nubes; entienda que si están demasiadas cargadas no podrá beber el líquido elemento. Lleve sus sandalias de goma puestas, coja un vaso de cristal o de metal, llénelo en tres cuartas partes, acérquelo lento muy lento a la comisura labial y de un golpe aséstelo a la boca. Si siente un dolor en el esófago, como si hubiese tragado una naranja, sabrá que lo hizo bien. Puede repetirlo pero proceda con medio vaso y luego cuarto.


Felicidades, usted ha conseguido tomar un vaso de agua. Ahora está preparado para una visita al urinario.

sábado, 20 de julio de 2013

MI PALABRA


Si alguna vez llego a tener verdadera confianza en lo que escribo, no volveré al papel. Ya no lo necesitaría: sería como hacer de la voz que hallé (en mí: que logré, que trabajé) una artesanía. Buscaré los vidrios empañados, o escribiré en la arena lo que tenga que escribir. 



Todo lo que dura es vanidad. Y siempre, en algún momento, se vuelve falso. La palabra no merece extenderse más allá del instante en que tiene sentido. Su fugacidad es preciosa: la salva de envilecerse, de pudrirse, de falsearse. En el momento en que la vibración del sonido de la palabra se agota, la palabra ya no existe. Y la verdad, ya no es posible. Y si existe es como cadáver, y si hay alguna verdad, es la verdad del otro. La tratarán justamente como a un cadáver: la abrirán, la escrutarán, la indagarán, la cortarán, etc. para intentar penetrarla. Pero si logran que diga algo, será algo sobre un muerto. O sobre todos los hombres, sobre cualquiera. 


viernes, 14 de junio de 2013

2008

Siempre necesité tiempo para mí...Pero nunca pensé que te necesitaría cuando lloro...desde que te fuiste ya no escucho las palabras que siempre necesito oír...Te hecho de menos...Todo lo que hago me recuerda a ti...Y la ropa que dejaste esta sobre el suelo...Y huele como tú...Cuando te alejaste yo conté los pasos que diste. ¿No ves cuanto te necesito ahora mismo? 

miércoles, 5 de junio de 2013

Odioso Escritor

Es hace mucho que no entablo un diálogo con ustedes, invisibles lectores (o inexistentes). Quiero disculparme por la vacuidad de algunas entradas. Antes, cuando empecé a escribir pensé que mis letras podían llegar a algún lado o por lo menos a alguien. Sin embargo, mientras más escribo más bajo caigo.

¿Qué piensan acerca de escribir cartas a alguien que no conocen? Yo lo hago  a menudo. Me presento formalmente a personas que me interesa conocer. Es una situación triste, lo sé, mucho más porque nadie me responde. ¿Qué es lo que hago mal? No me parece correcto que una relación de amistad o de lo que sea se deba iniciar con un “Ola Ke Ace”, sencillamente porque no soy un retrasado mental, pero me parece que sí sufro un cierto tipo de retardo, un retardo temporal.

Me sería más fácil mi existencia si hubiese nacido muchos años antes, digamos el año mil novecientos treinta y dos. Sí, un buen año. Los albores de la Guerra del Chaco, una creciente sociedad burgués, el proletariado levantando la cabeza. Podría escribir cartas a mis anchas, leería más de diez horas al día. Usaría sombrero de copa y traje de cola. Maravilloso.

Pero no.

Me toca vivir la escalofriante perdidas de valores. La chica que me gusta tiene más carteras que libros. Más zapatos que palabras en su vocabulario. ¿Tan difícil es decir USTED? La actual crisis de nuestra sociedad va más allá de lo económico, va más allá de sus políticos, va más allá de la codicia de sus dirigentes. No sé si llegará la hora en que tengamos que asumir que los problemas no terminarán cambiando a un alcalde, a presidente o a un partido. Hay que reconocer que el principal problema de patria, de nuestra sociedad, es la mediocridad. El resultado de una cadena que inicia en la escuela con estudiantes sesgados por la ley del colegio “el profesor siempre tiene la razón” se repite en la universidad.  Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan. Porque son de los nuestros. Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas.

Antes de que termine la anterior gestión un docente de Derecho Penal publicó una de sus opiniones “filosóficas” asumiendo que la crisis académica se debía a la mediocridad de aquellos estudiantes que tan solo estudian para el examen y no para la vida. Sin temor a mis actos, cogí un marcador y puse mi opinión: ¿y dónde está el dinero de los seminarios? ¿Qué hay de las constantes denuncias en contra de usted por acoso sexual? Y sin temor escribí el nombre de algunas estudiantes que aprobaron el curso después de haber pasado por la extorsión del docente. Al día siguiente el cuadro desapareció y publicaron uno nuevo dentro de las vitrinas, fuera del alcance de manos vandálicas que se atreven a decir las verdades encima de la hipocresía encarnada.

En primer año pasamos la materia de economía política, tuve la desgracia de tomarlo con un docente al que lo apodan “el loco” No lo aprobé y tuve que repetirla en verano, estoy orgullo de aquello. Estoy orgulloso de no haber sido uno de los cientos que tienen que recurrirle a trabajitos extras, orgulloso de no haber tenido que degradar mi humanidad, mi formación, mi dignidad, solo para aprobar una materia. Tranquilamente pueden preguntar, sobre todo a los que tienen cien, que es el plusvalor. Allí está nuestra mediocridad, aprobar con cien la materia de economía política y no tener la maldita idea ni la aproximación de qué es el plus valor.

 Dicho “loco” es conocido por los pasillos como un viejo verde acosador, basta verlo como sale por las mañanas rodeado de muchachas y se las lleva a comer salteñas, bajo la excusa de enseñarles Derecho, cuantas veces he visto a ese señor con mis compañeras en su auto, muy lejos de la facultad por cierto, claro tengo que pensar que este les acompañaba a su casa.

Un docente senil de Derecho Constitucional me reprobó al final de su materia, a pesar de tener ya los puntos que requieren la aprobación, porque puse en mi examen final que los artículos 144, 145, 146 y 147 de la Ley Marco de Autonomías y la frase contenida en la primera parte del parágrafo segundo del artículo 128 eran inconstitucionales, esto por ser contrario, dije en mí examen, a los artículos 26.1, 116.1 y 117.1 de la CPE y 23.2 de la Convención Americana de los Derechos Humanos. Claro el doctor, asesor de nuestro actual presidente, no pudo concebir que un estudiante pueda querer saber más que nuestros eruditos asambleístas. El tiempo me dio la razón con el fallo del tribunal constitucional, pero aquello no hizo que recuperara todo el año que tuve que repetir la materia, y dejar rezagadas las materias que ésta me abría.

¿Y qué pasa con los estudiantes? A estas alturas de mí renegada entrada, cualquiera se preguntaría si los estudiantes son bestias peludas que no pueden reclamar una pisca de derechos. Pero no seamos ingenuos, qué poder podríamos tener contra aquel que tiene la capacidad de hacerte desaparecer en sistemas, lo mejor será quedarse callados, de temor, pasar desapercibidos y taparse el rostro al pasar por la entrada para evitar la fulminante mirada de Franz Tamayo. De tener la oportunidad de levantar mi voz por los oprimidos, la tengo, que apareceré en la lista roja de docentes también puedo. Pero que arriesgando mi pellejo, mis años de estudio, los estudiantes me harían a un lado, también pasaría. No solo se necesita un líder y un revolucionario, también se necesitan presos, oprimidos, extorsionados que quieran salir de allí. De otra manera solo somos locos en este mundo ya de cabeza.

Cuán distinto sería si los estudiantes dejaran de pasar una media de tres horas al día frente a un televisor que muestra principalmente basura. Es mediocre el país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada -cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada. Un sociedad que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que se insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.

Mediocre es nuestro país que ha permitido fomentado celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.

Démonos cuenta amigos lectores que la idea dominante sobre nosotros mismos como país es no sólo la de la autoflagelación, sino la de que nuestra historia no es otra cosa que una suma de horrores, saqueo, corrupción, violencia y arbitrariedad. Una especie de camino al infierno o al suicidio, o peor aún, un camino a la nada.

Los presidentes fueron todos unos ladrones o unos ineptos, las élites un conjunto de poderosos con el único objetivo de enriquecerse a costa de los más pobres, los gobiernos unas gavillas de aprovechadores reunidas para favorecer a unos pocos, los empresarios arribistas o sanguijuelas del estado, los intelectuales loros que repiten ideas ajenas y que las tratan de imponer en una sociedad a la que esas ideas no se adaptan…

La consecuencia de esa lectura está a la vista. El descreimiento general, la desconfianza como norma, la idea preconcebida de que todo lo que hace un político o una figura pública tiene única y exclusivamente una intención oculta para su beneficio personal. La caza de brujas funciona porque mezcla el grano y la paja.

Nuestra percepción como colectividad es la de la derrota y la frustración. La idea generalizada es que siempre perdimos en los emprendimientos que encaramos, sean de construcción social, sean de guerras internacionales, sean simples y pedestres competiciones deportivas.

Ante la pregunta de ¿Cómo te va? En el mejor de los casos la respuesta es “más o menos”, cuando no “mal, como siempre”.


miércoles, 29 de mayo de 2013

TAMAKI


Hola.
Ok, mira, intenté ser sutil y amigable, pero realmente me sorprende que no lo hayas notado o peor, hayas tomado una actitud obstinada al respecto.
No te he respondido mensaje alguno en más de un mes, timbrazos, nada. ¿Alguna idea del por qué?
Sinceramente no me interesa, en especial cuando se volvió tan recurrente y diario. ¿Qué esperas de mí?, ¿Que te dé alguna fórmula, idea u comentario para que resuelvas un problema que aparentemente solo tú puedes sobrellevar?, No soy el indicado para eso, para nada, y si por casualidad se me ocurriera "darle importancia", ciertamente sería cruel, como naturalmente soy.
Te agradecería que lo dejes de hacer, es irritante, sin mencionar que 99% de las veces que me timbras insistentemente mi celular se tranca.
Gracias por entender


viernes, 17 de mayo de 2013

Ausente Presente




Extraño esas charlas que nunca fueron,
esas horas al teléfono
desconocidas para la gente.
Una conversación sincera,
directa y sin tapujos.
¡Cuánto nos perdíamos
en palabras ocultas al mundo,
en risas sencillas, hiladas
en la  fibra óptica!
Hoy en la ausencia de esa voz lejana
me pregunto sobre la no existente.
Sobre el fruto de su vientre.
Y con anónimas palabras
te haces presente
llenando de risas
los minutos de la mañana.
Eres la ausente presente


sábado, 4 de mayo de 2013

¿por qué?





¿Por qué lloras junto a mi?,
¿Por qué me llamas y no escucho?,
¿Por qué te odio y te amo a la vez?,
¿Por qué ya no duele si veo la herida?,
¿Por qué hiciste lo que hiciste?,
¿Por qué no fue suficiente?,
¿Por qué duele el alma?,
¿Por qué todos lloran?,
¿Por qué no te dije “te amo”?,
¿Por qué no me perdonaste?,
¿Por qué escapaste?,
¿Por qué te seguí?,
¿Por qué alguna vez quise morir?,
¿Por qué siempre me equivoqué?,
¿Por qué nunca estuve a la altura?,
¿Acaso ya es tarde?,
¿O me sobra el tiempo?,
No puedo tocarte y sin embargo te siento,
Se acerca la muerte a pasos raudos.
¿Por qué ya no te veo?




jueves, 25 de abril de 2013

Sobre los libros y las lecturas.


1. Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo.
Paul Sweeney

2. Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo.

3. Los libros me enseñaron a pensar, y el pensamiento me hizo libre.
Ricardo León

4. El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.
Miguel de Cervantes Saavedra

5. No hay espectáculo más hermoso que la mirada de un niño que lee.
Günter Grass

6. El recuerdo que deja un libro es más importante que el libro mismo.
Gustavo Adolfo Bécquer

7. Cuanto más se lee, menos se imita.
Jules Renard

8. Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
Proverbio hindú

9. A menudo en tu vida te encontrarás con que un libro es mejor amigo que un hombre.
Luigi Settembrini

10. Para que el hombre sea fuerte debe comer regularmente, y para que sea sabio debe leer siempre.
Jeremy Collier

11. Leer sin reflexionar es igual que comer sin digerir.
Edmund Burke

12. La pluma es la lengua del alma.
Miguel de Cervantes Saavedra

13. La mejor característica de un libro es que provoque reacciones en el lector y le empuje a actuar.
Thomas Carlyle

14. La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta...
André Maurois

15. ¡Cuántas veces la lectura de un libro no ha sido la encrucijada que ha cambiado de curso la vida de una persona!
Henry David Thoreau

16. El libro que no soporta dos lecturas no merece ninguna.
Padre José Luis Martín Descalzo

17. Mucho más importante que recomendar libros es fomentar el amor a la lectura.
Burrhus Frederic. Skinner

18. La lectura es a veces una estratagema para eludir pensar.
Arthur Helps

19. Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído.
Jorge Luis Borges

20. Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.
Adolfo Bioy Casares

21. Adquirir el hábito de la lectura y rodearnos de buenos libros es construirnos un refugio moral que nos protege de casi todas las miserias de la vida.
Somerset Maugham

22. Dime lo que lees y te diré quién eres», eso es verdad, pero te conoceré mejor si me dices lo que relees.
François Mauriac

23. Literatura es mi Utopía. No hay barrera de sentidos que me pueda quitar este placer. Los libros me hablan sin impedimentos de ninguna clase.
Helen Keller

24. El libro es fuerza, es valor, es poder, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor.
Rubén Darío

25. El propósito de la lectura no es conseguir que se vendan más libros, sino que los lectores disfruten más de la vida.
George Holbrook Jackson

26. Los libros son compañeros, maestros, magos, y banqueros de los tesoros de la mente. Son portadores de civilización.
Bárbara Wertheim Tuchman

27. Los libros son abejas que transportan el polen de la sabiduría de una mente a otra.
James Rusell Lowell

28. Un libro debe ser como un rompehielos para penetrar en los mares congelados en nuestras almas.
Franz Kafka

29. La literatura es una especie de luz intelectual que, a semejanza de la luz del sol, puede permitirnos a veces ver lo que no nos agrada.
Samuel Johnson

30. Un buen libro no sólo se escribe para multiplicar y transmitir la voz, sino también para perpetuarla.
John Ruskin

31. Desde que descubrí los libros y las bibliotecas, para mí, cada día del año es Navidad.

domingo, 21 de abril de 2013

Otoño



En  los  días  nublados  y  grises  Karen  salía  a  pasear,  le  gustaba  sentarse  en
algún banco y observar como caían las hojas de los árboles, lentas, suaves,
como  un  último  suspiro  de  honor.  El  otoño  estaba  en  pleno  apogeo,  las
hojas de los arboles ya descansaban en el suelo y Karen no lo resistió más;
se  tumbó  de  un  revolcón  en  el  suelo  encima  de  las  hojas  y  cerró  los  ojos
para oír charlar a las hojas con el viento.

- Madame hojita, quiere usted echar un último baile conmigo.
- Desde luego.

Y  los  dos  se  fundieron  en  un  abrazo.  Después  de  tantos  días
jugando entre ellos, la hojita se sintió cansada y el viento quiso libertad. 

- Debo partir. – dijo con cierta tristeza el viento.
- Y yo debo descansar – apoyó la hojita

La  hojita  lo  miró  triste.  El viento  se  levantó  y  se  fue.  Por  unos  instantes
nada se escuchó y Karen vio como la hojita triste se dejaba caer a la tierra
húmeda.
Fue  un  día  nublado  y  gris,  Karen  y  la  hojita  volvieron  al  calor  del  hogar.
Quizá renazcan en la primavera. El otoño es el dormir.

CUENTO INFANTIL


jueves, 4 de abril de 2013

Paraíso en el infierno


Yo soñé que nacía en un poema.

De cristal en cristal me deslizaba,

arrugándome en cada ola del camino.

Una brisa celeste acariciaba mis párpados,

sin abrirlos nunca.


En un amanecer se rompió el sueño

y me desmayé en este mundo.

Desorientado en el desierto floral que ante mí se abría,

los ojos me los cerró el pánico,

las orejas me las tapó el ruido

y la peste me arrancó la nariz.


Busqué a tientas la brújula del misterio,

perseguí mi sombra deseando que me alcanzara,

creí tocar el cielo en una noche estrellada,

y aun hoy anhelo el paraíso en este infierno.


Pero, ¿cómo acaba mi historia?

Acaso se enderece el curso junto a una palabra,

y a empellones se desboque vida bastante

para derribar todas las montañas de mi mente.

O tal vez se pierda en la ensenada una lágrima

donde yazcan mis soñadas esperanzas.

domingo, 17 de marzo de 2013

La enfermedad del Poeta



El alzheimer del poeta se queda mirando un poema. La enfermedad le niega el recuerdo de la gestación y encuentra en su escritorio un papel con versos. No sabe qué hace ahí, en el escritorio del alzheimer.

No recuerda que tiene hijos. No tiene ninguna foto de familia enmarcada, ni de niños, ni de mujer. Sólo hay un poema en su memoria. Un hijo de tinta envuelto en una toalla de papel.

Cómo pudo nacer ni se lo plantea. Le regala versos por su aniversario, que es cada día. Le ve nacer cada mañana. Sonríe mientras desconocidos a su alrededor se afanan a preguntarle cosas de no sabe dónde, ni cuándo, ni de quién. 

viernes, 8 de marzo de 2013

¿?



En la vereda de enfrente de mi casa hay un árbol que proyecta sobre la pared blanca de una fábrica abandonada la sombra exacta de un hombre que espera.




Esa figura no es inocente.

lunes, 4 de marzo de 2013

Sobre 50 sombras de Grey



No es porque esté mal escrito, ni porque los personajes sean inverosímiles, ni por los diálogos de patio de colegio. Ni porque ponga a un tipo dominante, maltratador y obsesivo como un príncipe azul. Al fin y al cabo es una novela, y las habrá (supongo) peores. Es porque ese tipo ha encandilado a miles de mujeres en todo el mundo, diciendo muy poco en favor del género femenino.

Está pésimamente escrita, pero pésima. La base tan sexista que al igual que Bella (de crepúsculo), Anastasia es un personaje femenino débil y que se deja manipular completamente a las manos de Grey, carece de personalidad y hará todo lo que éste le pida. Esto no me parece un buen ejemplo para nadie, sobre todo teniendo en cuenta que las chicas jóvenes que leen este libro y que solo desean una relación como la que tienen los protagonistas. Tan solo leí el primer libro y es suficiente para darme cuenta que también existen profanos en el mundo de las letras, pero la contradicción de Anastasia en muchos puntos era inverosímil. No puedes crear un personaje tan sumiso y dejar que las jóvenes quieran parecerse a ella. ¿Qué estamos creando? Mujeres potencialmente sumisas al maltrato de género. ¿Qué morbo tiene un hombre que juega con el poder para hacer sentir a esta pobre chica que no está a su altura? También habría que citar la situación de Grey que es un joven guapo y rico (Qué casualidad, ¿hola? ¿Edward?). Eso nos lleva una vez más a la reflexión sobre las chicas jóvenes y lo que quieren encontrar en una pareja. Gracias, E. L. James, por crear a niñas estúpidas que lo único que quieran en estas vidas sea que las empotren contra la pared un joven rico que las maltrate, muchas gracias.

Lo peor sería escuchar a las niñas que hablan de lo romántica que es esta novela. Chicas, si quieren leer amor dejan de leer 50 Sombras de Grey y ese par de revistas TÚ que guardan bajo la cama, pueden asomarse por “el amor en los tiempos de cólera”, si quieren algo más fuerte y de erotismo está Marqués de Sade, lean a Austen, a Víctor Hugo, lean a Brontë, por favor, lean algo que merezca la pena.

domingo, 3 de marzo de 2013

La literatura es así. Tiene que dolerte.


Esa mina, tú mina, es una boba y mediocre, no es divertida, no dice cosas divertidas, no sé que le viste, no creo que alguien pudiera verle algo, y ni siquiera toma ni es joda, es cristiana, no tiene plata y si la tiene no la gasta en cosas divertidas. Se quema ella sola y no podría decir que su belleza va en desmedro con su simpatía, todo lo contrario va en desmedro. No tiene nada que sobresalga, nada que decir para que sea especial. Sin embargo a todo aquello, a ti te parece agradar y como único acto de amistad que hecho o voy a hacer a alguien, y lo haré contigo, voy a respetar y dejar que hagas lo que quieras con ella. No me entrometeré más ni haré comentarios a segundos ni a terceros, tampoco te defenderé, pero respetaré tu gusto singular. Soy una mierda de gente, lo sé y lo admito, si pudiera cambiar lo haría, pero el destino ya ha señalado mi suerte. Dale sigue con tu vida como te dé la gana y no esperes más misericorda mía

Crédito parcial: Karenine Ninenine


Weimar en el infierno en tres, dos, uno...
Weimar arrepentido.
Weimar super ofendido
Weimar que odia que hablen en tercera persona
Weimar que no sabe como disculparse 
Weimar odiado
Weimar una mierda

                                                                      fin

miércoles, 20 de febrero de 2013

AMARGURA DULCE AMARGURA



Me siento muy triste porque no tengo nada bueno que publicar, todas mis notas guardadas me parecen tan tontas y estúpidas que me entristecen aún más el día. Si alguno de ustedes me ve por la calle, me verá feliz y sonriente pero no se dejen engañar con esta mascara cruel y tan humana, mi monotonía externa les engaña, en realidad me consumo bajo las cenizas.

¿Qué pasó? Llegó alguien para abrir las heridas que ella misma hirió, no logro entender su insensibilidad, ¿para qué volver y cometer los mismos errores? No lo sé, supongo que eso me toca por llevar al vértigo mi soledad.  

Yo, una persona vulgar y despreciable que he cometido el pecado de querer escribir para descubrirla entre líneas de fuego y sal, mi pecado, lo admito, fue “intentar” escribir con amor.
Soy un héroe, un suicida, soy un traidor, pero quién lo iba a pensar, mi maldita sensibilidad inexpresada. Es por ella que me invento el sol.


lunes, 11 de febrero de 2013

Un amor



Muchas personas piensan
que yo nunca estuve enamorado,
pero lo que jamás supieron,
es que, a pesar
de las pajaritas que conquisté,
todos los besos que recibí,
y los amores que retuve,
nunca llegué,
a desear nuevamente,
que algún palpito de corazón,
de alguien que en la mañana,
en mi lecho despertó,
eche por mí, un suspiro de amor


Mi carácter vanidoso
y su andar de venada,
se contradijeron de manera salvaje.
Y a pesar de los indicios del amor,
nunca fuimos pareja,
quizá porque sólo fue un juego de muchachos,
quizá tal vez, quisimos que nuestro amor sea secreto,
clandestino,
como algo prohibido,
como un pecado que cometimos,
cuando éramos jóvenes quinceañeros e inmaduros.

Me dijiste muchas veces “te amo”,
en voz baja,
como queriendo ocultar lo que verdaderamente sentías,
o como queriendo saber,
 si es que realmente te escuchaba,
y el destino, así lo supuso.

Nuestro amor incondicional,
confundió nuestras manos
que  alguna vez,
enlazábamos en el caminar,
para que un día en el viento
supiéramos donde mirar,
ya que a falta de romance
fingíamos ante los demás
que nuestros cuerpos,
jamás se llegaron a amar.


Nunca aceptamos que estuvimos juntos,
o enamorados, y el mito no cambió en nada,
cuando tú, decidiste irte,
si no, se alimentó hasta llegar al punto
en que nadie creía que habíamos intercambiado
por lo menos, una par de besos o caricias.


No es que hayamos mentido,
no es que nos negamos,
pero fue todo tan irreal,
que al de un parpadeo despertar,
nunca llegué a imaginar,
un final de mi historia,
que contigo no pueda contar.


Hace cuatro años que no te veo,
hace cuatro años que nos dijimos adiós,
hace cuatro años que lloré abrazándote
y hace cuatro años, que terminé reemplazándote
por otra, mejor, peor, yo no sé.

Tal vez,
si no nos hubiéramos conocido,
no estaría escribiendo estos versos,
ni estaría extrañándote,
ni recordando,
mi primera vez de pasión.

Es mejor no volvernos a ver
es mejor olvidarte
aunque es difícil,
aunque es de cobardes.

Acepto que te sigo queriendo
como ese viernes de verano,
que estando debajo de la lluvia,
te dije "¿te quedas conmigo?"
y tú me sonreíste,
y una vez más, me trastornó tal belleza,
que hasta los adoquines de la calle,
se derretían por el sentir,
de las castañuelas de tus tacones.
Recuerdo tan claro,
como se me desordenó el corazón,
con el aire de sus suspiros
y me volví loco de amor
con su cabellera y el vuelo de sus manos,
y su sonrisa que formulada
me invitaba a la pasión.

De esto ya hace años,
que un día juramos ocultar,
más el sentimiento me niega,
poder olvidar,
y en poesías inconclusas,
te intento alcanzar,
que las noches de luna,
poco aires ya me dan.


Ahora me estremece el recuerdo,
que en febrero un día marcaste,
como si la tierra en ti girase,
para levantar vuelo,
cuando en fantasías,
aún yo creo,
para siempre febrero,
el mes que me dejaste.